Mi primer trabajo remoto fue… caótico pero transformador
- Diana Vargas

- 2 jun
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 30 oct
Cuando escuchamos “trabajo remoto”, muchas veces imaginamos algo ideal: una laptop frente al mar, café caliente todo el día y productividad sin interrupciones. Pero para muchas de nosotras, especialmente si somos mamás, la realidad es muy diferente… y mucho más poderosa.
Quiero contarte cómo fue mi primer trabajo remoto. No para asustarte, sino para decirte que sí es posible, incluso si al principio todo parece un caos. Porque ese caos fue también el inicio de mi transformación.

Todo comenzó con una necesidad urgente
No estaba buscando una “aventura digital”. Estaba buscando sobrevivir. Era mamá soltera, con muchas ganas de estar presente para mi hijo, pero con facturas que no se detenían. La única opción que me daba tiempo y algo de ingreso era trabajar desde casa.
No tenía experiencia previa en el mundo digital. No tenía una computadora nueva ni un espacio de oficina. Lo que sí tenía era una fuerte necesidad y muchas ganas de aprender.
Cometí errores. Muchos.
Acepté proyectos mal pagados. Trabajé a deshoras. Confundí urgencia con prioridad. Dije que sí a cosas que no me gustaban solo porque necesitaba ingresos. Y sí, más de una vez respondí correos mientras cargaba a mi bebé o hacía la cena.
Pero en medio del caos, algo se encendió en mí: descubrí que tenía mucho más para ofrecer de lo que pensaba. Aprendí a organizarme. A poner límites. A valorar mi tiempo y mis conocimientos.
Lo que gané fue mucho más que dinero
Trabajar desde casa me dio presencia. Pude ver los primeros pasos de mi hijo. Pude trabajar mientras él dormía. Pude construir un camino profesional nuevo, que no me pedía dejar de ser mamá para ser valiosa.
Con el tiempo, dejé de sobrevivir y empecé a crear. A elegir mejor mis proyectos. A desarrollar procesos. A enseñar a otras mamás cómo hacerlo sin pasar por tanto estrés.
Hoy te acompaño a ti
Hoy tengo la estructura que me faltó al inicio. Y uso esa estructura para guiar a otras mujeres que quieren transformar su vida desde casa. No necesitas hacerlo sola. No necesitas vivir el mismo caos.
Si quieres trabajar remoto sin perderte en el camino, te puedo ayudar. Porque yo ya estuve allí, y ahora estoy de este lado, tendiéndote la mano.
¿Quieres empezar sin perderte en el caos?
Te invito a que formes parte del grupo mensual en el que te brindo entrenamientos, coaching y tienes acceso a guías para ayudarte a que todo sea muchisimo más sencillo para ti.



Comentarios